En este caso, el Aleatha Shawl de Tracey McCorkle (con patrón gratuito en Ravelry):
Tenía una madeja de Noro Sekku que tenía muy buena pinta y que (se suponía) daba para hacerlo entero; al final no era así y tuve que hacer algunas modificaciones: unas lineas de menos y un acabado distinto.
La lana tampoco me gustó mucho, los colores son preciosos y el tacto es realmente bueno pero el hilado es muy irregular, con zonas tan gordas como pelusas que afean el resultado al tejer.
El resultado: un pañulo de cuello más que un chal, con un tacto muy agradable pero que no me acaba de convencer del todo.
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